3 de octubre de 2014


El futuro no existe.

David Trueba





¿Y qué piensa la gente cuando conduce? Queda un gran espacio para el ensueño, sobre todo en los viajes muy largos, e incluso, Dios nos valga, para el pensamiento. Nadie puede saber qué hace el otro en ese sector.
Yo, por mi parte, he proyectado casas que no construiré jamás, he cavado huertos que nunca plantaré, he escrito cartas largas y detalladas que nunca he trasladado al papel y aún menos enviado. Cuando estaba puesta  la radio, la música estimulaba el recuerdo de épocas y lugares, con todos los personajes y puestas en escena, recuerdos tan precisos que se recrean todas las palabras del diálogo. Y he proyectado escenas futuras, igual de completas y convincentes...escenas que nunca se producirán.
Sólo puedo sospechar que el hombre solitario puebla sus sueños de conductor con amigos, que el hombre sin amor se rodea de mujeres encantadoras y amorosas y que en el soñar del conductor sin hijos penetran los niños.

John Steinbeck



Mi talento con el lápiz es nulo, así que no puedo personalizar una carta con dibujos  como hizo Georgia O'Keeffe en la correspondencia que mantuvo con Alfred Stieglitz.
También es nula mi capacidad de comprensión para las instrucciones de los manuales, a pesar de lo cual  hace algunas semanas me propuse construir un sobre a partir de un folio. 
Hazaña: lo conseguí.
En el remite pegué una composición fotográfica a partir de la palma de mi mano. La carta que iba dentro la había escrito días antes. La metí en el sobre y lo cerré.

Nunca he realizado viajes muy largos siendo yo la que conduce. Sí tengo alguna experiencia en eso de los sueños y los ensueños...y con cartas que nunca se envían.